Técnicas de concentración para estudiantes
Mantener la concentración hoy en día, seas adulto, adolescente o niño, es realmente complicado con la cantidad de distracciones que existen: televisión, televisión a la carta, smartphones, redes sociales, videojuegos de última generación, Whatsapp, altavoces inteligentes y un largo etcétera.
Esto, que puede parecer una tontería, es un grave problema. De un unos años a esta parte, los niños y adolescentes -los alumnos- han perdido su capacidad de concentración, y eso repercute significativamente en su expediente académico. Lo vemos a diario en el colegio
Para hacer frente a esto, hoy vamos a explicaros algunas técnicas de concentración para estudiantes que pueden ayudarte a ti, o a tus hijos, a mantenerse centrados en las horas de estudio.
¿Cómo mantener la concentración para estudiar?
Lo primero que hay que hacer para concentrarse puede parecer una obviedad, pero es importante subrayarlo: hay que alejarse de todo tipo de posibles distracciones.
Es recomendable tener una zona de estudio que los estudiantes la asocien precisamente a eso, a estudiar. La zona de estudio debe ser tranquila. Es conveniente que tenga una buena ventilación e iluminación (si pudiera ser natural, mucho mejor), sin ruidos y donde el niño o niña tengan su espacio: un escritorio con una silla ergonómica cómoda y una lámpara o flexo, además del material escolar necesario. Todo esto ayudará a evitar que tu hijo se distraiga con el paso de una mosca.
Pero si aun así, no logras evitar distracciones, quizá puedas aplicar algunas de estas técnicas de concentración para estudiantes que suelen resultar muy eficaces.
3 técnicas de concentración para estudiar
Existen numerosas técnicas de concentración para estudiar. Nosotros vamos a centrarnos hoy en 3 de ellas:
1.- ESTUDIAR DESCANSADO
Muchas veces, los niños se ponen con los deberes después de una larga jornada en el cole, las clases extraescolares y un ratito en el parque. Cuando llegan, no tienen ganas de nada, como es normal. Para mantener la concentración mientras estudias es importante estar descansado. También es recomendable que cada 45 minutos aproximadamente se realice un pequeño descanso para volver a retomar la rutina si fuese necesario.
2. LA RESPIRACIÓN
Si no consigues concentrarte es importante parar, desviar el foco de los pensamientos, ordenar ideas y desde la calma controlar la respiración. Una respiración diafragmática favorece la relajación de los músculos.
Este tipo de respiración se basa en llevar aire al abdomen de forma controlada, con cada respiración. Para poner en práctica la respiración diafragmática, lo mejor es que te tumbes sobre la cama, por ejemplo, y coloques una de tus manos sobre el abdomen y la otra sobre el pecho.
Para saber si lo estás haciendo bien, al inhalar el aire, debes notar que el abdomen se desplaza mucho más que el pecho. Si a esto sumos que cuentas el tiempo de inhalación y exhalación, (3 segundos inhalando, 3 exhalando), conseguirás concentrarte en la respiración y olvidarte de otras cosas.
Diversos estudios han demostrado que este tipo de técnicas de respiración ayudan a manejar las emociones y mejora significativamente la capacidad de concentración.
3.- GESTIÓN DEL TIEMPO
Siempre se ha dicho que las rutinas resultan especialmente útiles y beneficiosas para los niños pequeños. Pero la realidad, es que las rutinas tienen numerosas ventajas. De hecho, a la hora de mejorar la capacidad de concentración también se recomienda, seguir estándares como, por ejemplo, hacerlo a las mismas horas. De esta forma ayudarás a que tu cerebro se prepare para estar concentrado.
¿Tienes problemas para concentrarte? ¿Aplicas alguna de esta rutina?